En la obra Amak-i Hayal, un libro de sabiduría sufi, escrito por Ahmet Hilmi Efendi de Filibe, hay dos protagonistas –Aunali Baba, un gnóstico que fascina a la gente por medio de sabias palabras y la música de su flauta, y Rayi –un buscador de la verdad. Se reúnen a menudo, Aunali Baba toca su flauta (ney), y los dos discuten acerca del Universo y el sentido de la vida.

Cuando el Profeta (s.a.s) estaba a punto de informar a los politeístas de los acontecimientos de su Viaje Nocturno y de su Ascensión, le dijo a Yibril -Aleyhisselâm-:
“¡Oh Yibril! Mi gente no me va a creer!”
Yibril -Aleyhisselâm- contestó: “Abu Bakr confirmará tus palabras. Él es as-Siddiq.” (Ibn Sa’d, I, 215)

En la Época de la Ignorancia se trataba a las mujeres de manera denigrante. Se les consideraba solamente desde el punto de vista del placer. Por temor a que pudieran sufrir las desgracias típicas de su sexo –prostitución, violación, falta de protección en caso de no haber contraído matrimonio y muchas otras, era frecuente enterrar vivas a las recién nacidas.

Ver a los seres humanos dentro de los límites de los principios del Islam, requiere contemplar y apreciar su verdadera esencia, no sus estados contaminados por el error y la ignorancia. El verdadero creyente considera a un malhechor un pájaro con el ala rota, alguien que necesita atención y compasión, y siente la necesidad de apaciguar y curar el alma en crisis.

Para que un acto pueda ser considerado como servicio a la creación y merezca la complacencia de Allah Todopoderoso, se deben dar ciertas condiciones. La más importante de ellas es la intención, que no debe ser otra que la de lograr la aprobación de Allah el Altísimo, y no la de merecer el nombre de ‘esa persona generosa’, o esperar la alabanza de los demás. La intención debe ser pura, sin estar teñida de sentimientos egoístas y de objetivos que satisfagan al nafs.

El objetivo principal de cada sistema de pensamiento es elevar al ser humano al nivel más alto. Sin embargo, ningún sistema ideado por el hombre ha logrado llegar a donde ha llegado el Islam. La razón principal de este estado de cosas es que los sistemas creados por el hombre dependen de las limitadas capacidades de su intelecto; por otro lado, Islam, siendo el producto de la Voluntad Divina, ha creado un sistema de equilibrio entre la humanidad y la realidad del universo.

La base de la moral islámica la encontramos en el acercamiento hacia Allah Todopoderoso con amor y sinceridad, y el signo más aparente de este acercamiento lo vemos en el ‘servicio a los demás por Allah’, ya que según el principio de que ‘los que sirven a los demás son servidos por ellos’, servir a los seres humanos es un paso excepcional y sublime para llegar a la cima de lo Divino.

El objetivo principal de cada sistema de pensamiento es elevar al ser humano al nivel más alto. Sin embargo, ningún sistema ideado por el hombre ha logrado llegar a donde ha llegado el Islam. La razón principal de este estado de cosas es que los sistemas creados por el hombre dependen de las limitadas capacidades de su intelecto; por otro lado, Islam, siendo el producto de la Voluntad Divina, ha creado un sistema de equilibrio entre la humanidad y la realidad del universo.

La base de la moral islámica la encontramos en el acercamiento hacia Allah Todopoderoso con amor y sinceridad, y el signo más aparente de este acercamiento lo vemos en el ‘servicio a los demás por Allah’, ya que según el principio de que ‘los que sirven a los demás son servidos por ellos’, servir a los seres humanos es un paso excepcional y sublime para llegar a la cima de lo Divino. Es lo que practicaron de la manera más excelsa todos los Profetas y amigos de Allah, siendo manifestaciones concretas del siguiente hadiz del Profeta Muhammad (s.a.s):

El zakat es obligatorio para los individuos libres, en pleno uso de razón, y habiendo acumulado una cantidad determinada, llamada nisab, por encima de la riqueza que cubre sus necesidades esenciales, es decir las que la persona necesita para mantener su vida y libertad, y pagar las deudas. Entre estas se encuentran su casa, y todos los elementos que hay en ella, excepto el oro y la plata, sus ropas, los gastos de manutención de los miembros de su familia calculados para un mes, según otro punto de vista por un año, sus libros de estudio personal, y las herramientas de su trabajo. La cantidad de nisab puede variar según los bienes.