En la obra Amak-i Hayal, un libro de sabiduría sufi, escrito por Ahmet Hilmi Efendi de Filibe, hay dos protagonistas –Aunali Baba, un gnóstico que fascina a la gente por medio de sabias palabras y la música de su flauta, y Rayi –un buscador de la verdad. Se reúnen a menudo, Aunali Baba toca su flauta (ney), y los dos discuten acerca del Universo y el sentido de la vida. En una de estas reuniones, mientras escucha la flauta de Aunali Baba, Rayi cae en un profundo sueño. Se encuentra entre una multitud, en la que hay gente de todo tipo, desde los Profetas hasta los filósofos, y desde gente relevante hasta la más insignificante. Un hombre se levanta para hablar en nombre de la humanidad. Con lágrimas en los ojos, pregunta a los grandes pensadores el camino hacia la verdadera felicidad:
‘Decídmelo, por favor, tened piedad. Odio mi vida pero no puedo abandonarla. ¡Que alguien me diga qué es la felicidad!’ Algunos de los presentes allí toman la palabra.
Confucio dice: ‘La felicidad consiste en cocinar el arroz hasta que llegue a su punto perfecto.’ Aristóteles dice: ‘Es lógica. La felicidad está en la lógica.’
Platón dice: ‘Es pensar siempre en la nobleza.’
Zoroastro dice: ‘Es no quedarse en la oscuridad a solas.’
Brama dice: ‘¿Felicidad? Es la antitesis de lo que todo el mundo piensa que es.’
Se levanta Buda, encolerizado, y dice: ‘¡Hombres! La felicidad es uno de los hermosos nombres de la no-existencia, Nirvana. ¡Hombres! ¡No abandonéis jamás Nirvana!’ La confusión se apodera de los presentes.
Dicen por fin: ‘No os sirvió de nada. Habéis vivido vuestras vidas sin la felicidad. ¡No hay ni un átomo de felicidad en lo que estáis predicando!’
Justo entonces se levanta un amigo de Allah y dice: ‘Para los inteligentes, la felicidad está en la observación de la belleza Divina; mientras que para los ignorantes es avaricia y lujuria.’
Ésta es la felicidad según la enseñanza de los Profetas. Luego, se levanta el Orgullo de la Creación (s.a.s) y dice: ‘¡Oh gente! La felicidad es aceptar la vida tal como es, con sus cargas y sus apuros, haciendo todo lo posible por mejorarse.
En otras palabras, la felicidad consiste en un corazón puro.’ La gente se levanta y empieza a corear: ‘¡Oh tú el más honrado del Universo! ¡El Profeta más grande! ¡Eres el único que puede comprender y encontrar la cura para la humanidad!’
El gran guía Rumi era un excelente lector de las vidas humanas. Estaba absolutamente consciente de que el bien proviene solamente de Allah. En una ocasión comentó:
“Hasta que no aceptéis y estéis contentos con lo que Allah os ha enviado, os espera la calamidad; el desastre os encontrará. No hay un solo lugar en la tierra donde no estén colocadas las trampas del mal. No hay satisfacción ni salvación en este mundo si no es viviendo en paz espiritual. Por eso, buscad a Allah en vosotros y buscad refugio en Él. Juro por Allah que si buscáis refugio en un agujero de ratones, el gato os agarrará. La única salida está en ser un creyente sincero y acercarse a Allah. Él os consolará y protegerá de las serpientes y escorpiones. Finalmente, será vuestro amigo.”
Una vez un yinn en forma de serpiente se le acercó a ‘Abdulqadir Gaylani, el gran guía espiritual. Acabó siendo su amigo. Es un ejemplo de la bendición que trae el amor Divino y la satisfacción. Por eso, la obligación del creyente que pide el bien en este mundo es aceptar todo con lo que se enfrenta contaqwah, exceptuando la incredulidad y la desviación del camino. Si la experiencia de la vida se desarrolla así, la muerte y el Más Allá serán beneficiosos, y el hombre prosperará el Día del Juicio Final.