MENSAJE DEL DIA

“Busca refugio en Allah en vez de intentar mantenerte a salvo de las trampas del mundo pasajero. Si quiere, puede hacer que el veneno se convierta en un antídoto para ti y que el agua se convierta en un veneno.” Rumí

La primera obligación del hombre es pasar todas las pruebas a los que se enfrenta en esta cósmica sala de exámenes que es el mundo para llegar a ser, de esta manera, un digno siervo de Allah Todopoderoso.

Cuando Allah remató la creación escribió en su Libro que se halla junto al Trono: “Mi misericordia es más fuerte que mi ira” Buhari

Ningún musulmán debe enfadarse con su mujer. Si alguna de sus cualidades os disgustan, habrán muchas otras cualidades que merecen vuestro aprecio. (Nail al-Autar)

Igual que enseñamos a los jóvenes a oferecer el salat a una edad muy temprana,  debemos enseñarles desde muy pronto a dar caridad y participar en las tristezas de otra gente.

Dijo Rumi: “No alimentes excesivamente a tu cuerpo. Su final será bajo la tierra. Alimenta a tu nafs porque es él quien será honrado con la estancia en lugares nobles.”

Profeta Muhammad (s.a.s) dijo: “La mejor comida y la más lícita que uno puede consumir es la que haya ganado uno mismo.”(Ibn Mayah, Tiyarah, 1)

“Levantan su costado de los lechos para invocar a su Señor con temor y anhelo y dan de la provisión que les damos.” (As-Sayda, 32:16)

La razón no puede ser esclava del ego, sino que a través del conocimiento de las realidades Divinas debe adquirir la consciencia de que este mundo es una continua prueba.

“Y si hubieras sido de mal caracter y de corazón duro, habrían huido de tu alrededor”  [3-159]

Este mundo es un beneficio pasajero, y el más beneficioso de sus habitantes es una mujer correcta y virtuosa.” (Muslim, Rada, 64; Nasai, Nikah, 15; Ibn Mayah, Nikah, 5)

El Profeta (s.a.s) dijo: Ama para tu hermano lo que amas para ti mismo. (Buhârî, İmân 7; Müslim, Imân 71, 72)

“En verdad que os ha llegado un Mensajero salido de vosotros mismos; es penoso para él que sufráis algún mal, está empeñado en vosotros y con los creyentes es benévolo y compasivo.” (At-Tawba, 9:128)

“No alcanzaréis la virtud, hasta que no deis de lo que amáis.” (Al-Imran, 3:92)

Los placeres de este mundo son como el rascarse en la palma de la mano que nos pica. Al principio, ese rascarnos nos hace sentir bien, pero al final, nos hace daño.