El ser humano es un fideicomiso, todas las cosas son de un fideicomiso. Todo lo relacionado con el mundo es un fideicomiso. Revolver un fideicomiso a su lugar legítimo es una misericordia. El gasto en el camino de Allah no es sólo material. Todo lo que el Señor ha concedido a los seres humanos debe ser gastado en su nombre. Un Islam que se transmite a través de la práctica es el mejor de estos actos de caridad.
Pregunta:“Querido Ustadh ya que está directamente relacionado con nuestro tema, podría hablarnos acerca de la naturaleza del concepto de la riqueza y cómo esta debe ser entendida.
La riqueza en el verdadero sentido no pertenece ni a los individuos ni a la sociedad. La riqueza sólo pertenece a Allah, glorificado y exaltado sea. La posesión de ella sólo ha sido concedido al siervo por un período de tiempo determinado y no se puede utilizar como se desee. Sólo se puede utilizar en la forma ordenada por su propietario, siendo esta necesaria para que los pobres y los que sufren se beneficien de las posesiones materiales que necesiten. El objetivo es ser el “creyente de cuya mano y lengua otros se benefician “, como se ha mencionado en un hadiz.
Por esta razón, la riqueza del mundo se debe entender como un encargo dado por Allah, glorificado y exaltado sea Él, a Su siervo. Si se utiliza en sentido contrario, esto equivaldría a un abuso de confianza, y la plaga de la inflación, que aqueja a las sociedades actuales, surgirían.
Pregunta: En ese caso, ¿qué hay que hacer?
Una cuadragésima parte de la propia riqueza pertenece a los más necesitados. Los derechos de los más necesitados se debe dar a su propietario legítimo de la mejor manera posible. El impuesto sobre la limosna ( zakat ) es una asociación de 1-40 de las riquezas mundanas con los pobres. Si el socio fuerte no puede asistir a su socio necesitado a su debido tiempo, se convertirán en un opresor y usurpador, y la misericordia y la bendición serán removidos (de su riqueza). La impureza y las manchas en la propia riqueza no puede ser limpiadas.
El impuesto sobre la limosna es el impuesto mínimo que debe darse a los pobres. La riqueza tiene que ser embellecido con la caridad, el gasto en el camino de Allah y la limosna.
Allah Todopoderoso, el Altísimo, dice en la Sura Taubah, versículo treinta y cuatro: “Los que atesoran el oro y la plata y no lo gastan por la causa de Allah:. darles (Oh Mensajero) las buenas nuevas de un castigo doloroso”
Es decir, el fuego del infierno está indicada cuando los derechos de los pobres y los necesitados son usurpados. Hay que reflexionar ante esta advertencia divina y esforzarse en exceder correctamente una cuadragésima de su caridad y limosna.
Pregunta: ¿Tienen ciertos grupos prioridad sobre los demás al momento de dar la limosna de impuestos? Si es así, ¿qué grupos deben ser éstos?
Aquellos a quienes se les debe dar la limosna del impuesto están indicados en el Corán. Hay una gran necesidad en nuestra época, de realizar una campaña de gasto por la causa de Allah. Pues no debemos olvidar, que podríamos fácilmente haber estado en la situación de aquellos que son pobres y necesitados. Además que es, al mismo tiempo, un deber de beneficencia hacia nuestro Señor.
De la misma manera que nos esmeramos para que nuestros hijos lleven a cabo la oración prescrita desde una edad temprana, también debemos inculcarles el entusiasmo de gastar por la causa de Allah y acostumbrarse a ser un medio para la felicidad de los que sufren. Si no comenzamos a formarlos en esta materia desde una edad temprana, entonces no podemos obtener un resultado en el futuro. Se les debe inculcar en su conciencia de que Allah es el dueño de la riqueza.
Además, las buenas maneras son muy importante en el culto de la limosna.
Allah Todopoderoso declaro en el verso, “¡Bienaventurados los creyentes. Ellos están en su oración humildes y sumisos completamente.” Alcanzar la misma humildad y sumisión se recomienda en el zakat . Una vez más, se dice en un versículo del Corán: “¿No saben que Allah es el que da la bienvenida a sus siervos que recurren a Él en arrepentimiento, y acepta lo que se ofrece como la caridad (prescrito o voluntario) por su causa.”
Un hadiz declara que: “La caridad llega a Allah inicialmente, desde donde se le transfiere a los pobres y a los necesitados “. Esto quiere decir que la caridad debe ser ofrecido a Allah. De la misma manera que somos cuidadosos con el embalaje y la presentación de un regalo, la caridad y la limosna del impuesto deben ser presentados con la misma delicadeza. La misma meticulosidad que se muestra a la hora de comprar algo para nosotros debe demostrarse, dando nuestro tiempo y nuestra energía, al conferir un fideicomiso a su legítimo propietario. Una sonrisa, un simple acto de cortesía no debe ser menospreciado. Ustadh Mahmud Sami Efendi detenía su auto, abría la puerta, daba unos pasos hacia la persona necesitada y le presentaba la caridad amablemente y con una sonrisa. Ser altruista, amables y compasivos hacia los seres creados deben ser el rasgo de carácter distintivo de nosotros los musulmanes.
Aquel que da de limosna y caridad debe experimentar un sentimiento de agradecimiento y de endeudamiento para el receptor de dicha limosna y caridad, ya que el receptor le permite al dador cumplir con su obligación religiosa y ser purificados de sus pecados. La caridad supererogatorio aumenta la virtud y es un medio de protección de las aflicciones y tribulaciones.
El Altísimo advierte a sus siervos contra limosna que se da con poca delicadeza y crudamente: “¡Creyentes! No malogréis vuestras limosnas alardeando de ellas o agraviando.” (Baqara, 2:264)
El decoro en la caridad y en la limosna es aconsejable. Si uno se involucra en una conducta de ese tipo, es como si no se hubiera dado limosna. De nuevo en la Sura Baqara, versículo 267 se declara: “¡Creyentes! ¡Dad limosna de las cosas buenas que habéis adquirido y de lo que, para vosotros, hemos sacado de la tierra! “.
Y Taubah, versículo 103, dice: “¡Deduce de sus bienes una limosna para limpiarles y purificarles con ella! ¡Y ora por ellos! Tu oración les sosiega. Alá todo lo oye, todo lo sabe. “
Es competencia del siervo ser capaz de cumplir con este culto social con un corazón lleno de amor, ardor y éxtasis espiritual. El creyente debe ser tan profundo sensible, generoso, refinado de espíritu, benevolente y ecuánime como la luz de la luna en una noche oscura. Rumi dice que “el corazón es el centro de la visión divina”. La creencia es un asunto del corazón. La compasión es una fruta del corazón. Debemos ser misericordiosos con aquellos en la tierra, para que los habitantes de los cielos puede tener misericordia de nosotros. Una Tradición Profética nos informa que Allah Todopoderoso perdonó a una mujer dada a la transgresión por darle agua a un perro sediento, y que envió a una mujer creyente al fuego porque ella causó que un gato muriera de hambre debido a su dureza de corazón.
Pregunta: Vemos que las fundaciones caritativas (waqfs), a lo largo de la historia, han sido el medio para un gran bien. ¿Cual es su punto de vida sobre este tipo de fundaciones como instituciones de beneficencia?
La institucionalización de la caridad, da origen a la fundación de caridad. La fundación de caridad constituye la presentación de la propiedad figurada, de Allah, glorificado y exaltado sea, el rechazo de la posesión exclusiva personal (tamlik) y cualquier pretensión de su propiedad (tamalluk). El objetivo es acercar a todos los seres creados a través de la misericordia, la compasión y un rostro sonriente por la causa de Allah, glorificado sea Él.
Las fundaciones de beneficencia tienen una vida paralela con respeto a las personas que trabajan en ellas. Cuando la vida de las personas llegan a su fin, la vida de las fundaciones benéficas también. Las fundaciones de beneficencia son monumentos de una sociedad de la compasión y los mejores lugares desde donde se gasta en el camino de Allah. ¿Cuánto necesitamos de esto estamos hoy!. Es esencial que estas instituciones se reviven en nuestra sociedad y que se conviertan en un abrazo cariñoso para los pobres y necesitados. ¿Puede un ciudadano que vive en un prestigioso barrio sentir la angustia de una persona que vive en un barrio pobre? ¿Son conscientes de su existencia y su modo de vida?
El ser humano es un fideicomiso, todas las cosas son de un fideicomiso. Todo lo relacionado con el mundo es un fideicomiso. Revolver un fideicomiso a su lugar legítimo es una misericordia. El gasto en el camino de Allah no es sólo material. Todo lo que el Señor ha concedido a los seres humanos debe ser gastado en su nombre. Un Islam que se transmite a través de la práctica es el mejor de estos actos de caridad.
Nuestros antepasados han dado admirables ejemplos de esto. Compitieron en la gran carrera de dar su riqueza por el bien de Allah e incluso llegaron al extremo de preferir a otros sobre sí mismos. Tal generosidad no se puede esperar de todas las sociedades. Tal conciencia existen en los Profetas, los amigos de Allah y en las sociedades exaltadas. Por ejemplo, ‘Ali y Fátima, que Allah esté complacido con ambos, habían ayunado durante tres días sin comer nada, excepto agua. Justo en el momento de romper el ayuno, renunciaron a su pan, entregándoselo a los necesitados que llegaron a su puerta.
Más allá de las limosnas anuales prescritas y hacer un mayor esfuerzo para el gasto en el camino de Allah son iniciativas que deben ser alentadas.
Pregunta: ¿Cómo se debe dar el impuesto anual prescrito? ¿En que debemos prestar atención?
Al dar caridad y limosna, se debe hacer de verdad con compasión, bondad, como si nos estuviéramos dando a nosotros mismos, con el entendimiento de que este es uno de las situaciones del destino divino y que podríamos haber estado fácilmente en la situación de nosotros necesitar limosna. Es decir, la situación de quien recibe la limosna cambia de acuerdo con el estado de su corazón. Puesto que vuestro estado en el corazón se refleja en ellos. Sin embargo, si su corazón es sincero al dar, usted sentirá la misma sinceridad de de la persona quién recibe la ayuda a través de usted. Si se apresuran de dar y luego se van, la bendición espiritual que usted recibe será de acuerdo con su actitud. La forma de presentar la limosna tiene una gran importancia. Si uno fuera a presentar sus limosnas como si estuviera presentándolas a Allah, con el sentido de la gratitud y en la conciencia de que este es otro favor divino, el gusto espiritual que reciban será mayor. La mayor caridad es la que se da a los necesitados personalmente. Si se la da con respeto y con agradecimiento, con virtud más allá que solo llevando a cabo una obligación religiosa, entonces por supuesto la iluminación espiritual a recibir será aún más marcada.
Otra cuestiónque el mensaje del Corán nos recuerda es el hecho de que los pobres y los desposeídos tienen una cuota debida en la propia riqueza. Estas personas afectadas por la pobreza, que no pueden pedir a los demás por vergüenza, no deben ser descuidadas. No se debe asumir desde su aspecto exterior que no tienen tal necesidad.
Pregunta: Nuestra historia esta sin duda llena de innumerables ejemplos de abnegación y de gasto en el camino de Allah. A pesar de que pueden ser pocos, nos encontramos con casos ejemplares en nuestros días también. ¿Puede usted relatarnos algunos incidentes tales que le han afectado profundamente?
Vienen a mi mente, mi padre y mi tío. Cuando estaban a punto de presentar algo a los pobres, lo primero que había que hacer, era envolverlos de la mejor forma y presentarlos con una delicadeza admirable, sin causar ningún malestar, sino por el contrario, tratando al máximo de agradar a aquellos que los recibían Tanto el receptor como el donante eran felices. Uno podría recibir, con el reconocimiento de que había venido de Allah, y el otro transmitía los bienes conferidos por Allah a su lugar correcto.
Gracias por esta interesante entrevista
Muchas gracias.