De Abu Saíd y Abu Huraira, Allah esté complacido con los dos, que el Profeta, Allah le bendiga y le dé paz, dijo:
“Cualquiera que fuere la desgracia que le ocurriera a un musulmán: cansancio, enfermedad, tristeza, daño, pena, dolor o incluso una espina que se clavara, serviría para que Allah lo purificara de sus faltas.”
Lo relataron Al Bujari y Muslim.