Tasawwuf tiene un método particular de entrenar al creyente en su práctica del Islam. El aspecto externo del Islam, shari’ah, emplea los conceptos de premio y castigo para conducir al ser humano a una vida virtuosa. En otras palabras, el Paraíso y el Infierno son los conceptos básicos de la shari’ah que modelan la vida del Musulmán.
Altinoluk: En su libro “De la fe (Iman) a la internalización de la fe (Ihsan),” usted afirma que el camino sufi es muy importante en la vida del Musulmán. ¿Cuáles son los beneficios del camino sufi en la propagación del Islam, así como en el perfeccionamiento y la guía del alma humana hacia la verdad? ¿Cuáles son los secretos de su éxito?
Tasawwuf tiene un método particular de entrenar al creyente en su práctica del Islam. El aspecto externo del Islam, shari’ah, emplea los conceptos de premio y castigo para conducir al ser humano a una vida virtuosa. En otras palabras, el Paraíso y el Infierno son los conceptos básicos de la shari’ah que modelan la vida del Musulmán. Por otra parte, el tasawwuf, que es el aspecto interno del Islam, utiliza el amor y la misericordia como su método primordial en adición al premio del Paraíso y al castigo del infierno. Hoy la gente sufre a causa de sus transgresiones, y se sitúa fuera de la protección del escudo del Islam. Esto es el resultado de su esclavitud al nafs. La salvación se puede ofrecer a los transgresores a través de la misericordia y del amor. Por ello, el método del tasawwuf ha ganado una buena reputación, dado que los transgresores necesitan la suave mano del camino sufi. Parece evidente, no sólo en nuestro país, sino también en occidente, que el sufismo ha sido el camino a través del cual mucha gente ha entrado al Islam. Ofrecen Islam como el aliento a aquellos que se ahogaban en su nafs y en las teorías basadas únicamente en la lógica y la razón. Debemos acercarnos a los transgresores sin odio ni venganza, antes bien con la esperanza que conlleva la misericordia y la compasión. El transgresor es como quien se está ahogando en el mar; no necesita nuestras recriminaciones, sino una mano que le salve de perecer. Maldecirles y reprocharlessu actitud transgresora es un mal método, un método deficiente para sacarles de su angustiosa situación.
Los seres humanos, incluso si se han alejado del verdadero objetivo de la existencia, son portadores de valor y honor debido precisamente a su naturaleza humana. El transgresor es similar a la Piedra Negra [como ya hemos mencionado antes] que cae en el polvo o en el barro. No pude haber un Musulmán que permanezca indiferente ante semejante hecho. Todos nos precipitaríamos a cogerla, limpiarla y lustrarla hasta que volviese a tener la misma apariencia de antes, limpia y brillante. La piedra negra proviene del Paraíso y por lo tanto tiene un rango de honor inigualable, ¿cómo podríamos dejarla en el barro? De la misma forma, no podemos permanecer indiferentes al sufrimiento del ser humano, debemos apresurarnos a socorrerle y ayudarle en la medida de nuestras posibilidades hasta que su corazón vuelva a tener el brillo y el resplandor propios del corazón humano.
Allah Todopoderoso nos ha informado de que insufló el Espíritu al ser humano de Su propio aliento cuando lo creó. Por ello, todo ser humano alberga un secreto en su interior. Haya cometido las faltas que haya cometido, su valor intrínseco unca se destruye.
Como dijo Rumi, el hombre es como el agua limpia y pura a través de la cual puedes ver claramente. Sin embargo, si esa agua se enturbia con barro o suciedad, ya no podemos ver lo que hay en su interior. De la misma forma, para poder ver la luz divina, necesitamos purificar el agua de la suciedad que contenga. El tasawwuf es un método para purificar el corazón de la persona de los deseos terrenales y de la sensualidad. Los creyentes nobles y sinceros no excluyen a nadie de este proceso de purificación, incluso si hay una persona sumergida en el pecado. Los sufis siempre ofrecen una posibilidad a quien quiera aprovecharla. Hay infinidad de ejemplos en la vida del Profeta (que Allah le bendiga y le de la paz) en relación a su misericordia con los transgresores.
Como ejemplo diremos que el Profeta (que Allah le bendiga y le de la paz) no excluyó a Wahshi de su misericordia a pesar de haber asesinado a su amado tío Hamzah (que Allah esté satisfecho de él). El Profeta (que Allah le bendiga y le de la paz) se sintió tremendamente conmovido cuando vio el cuerpo muerto de su tío atravesado por la lanza de Wahsh? en la batalla de Uhud. El Profeta (que Allah le bendiga y le de la paz) le envió un mensajero para que aceptase el Islam y lograse así, la vida eterna. A su vez, Wahsh? le contestó con el siguiente mensaje: “¡Oh Muhammad! ¿Cómo puedes ofrecerme la salvación cuando el Qur’an afirma: ‘Y los que no invocan junto a Allah a ningún otro dios ni matan a nadie que Allah ha hecho inviolable a menos que sea con derecho; ni fornican, pues quien lo haga, encontrará la consecuencia de su falta. El Día del Levantamiento le será doblado el castigo y en él será inmortal, envilecido.’ (Furq?n, 25:68-69). He cometido todos los pecados que se mencionan en esta ayah. ¿Hay acaso alguna esperanza de salvación para mí?”
Para rehacer las malas acciones del transgresor que se ha arrepentido, Allah Todopoderoso reveló la siguiente ayah: “Di: ¡Siervos míos que os habéis excedido en contra de vosotros mismos, no desesperéis de la misericordia de Allah, es verdad que Allah perdona todas las faltas, pues Él es el Perdonador, el Compasivo!” (Zumar, 39:53) Cuando Wahsh? escuchó esta ayah se alegró grandemente y exclamó: “¡Oh Señor mío! ¡Cuán grande es Tu Misericordia!” Se arrepintió de todas sus faltas con la intención de no volver a caer nunca más en ellas, y aceptó Islam junto con todos sus amigos.
El tasawwuf recibe su luz de estos ejemplos de la vida del Profeta (que Allah le bendiga y le de la paz) que fue el recipiente vivo de las más perfectas manifestaciones de los atributos divinos, y quien fue favorecido con la revelación divina. Según los sufis, el hombre posee una elevada posición en la escala de la creación, ya que ha sido creado con el potencial de ser el representante de Allah en la tierra. El hombre es como la pupila del ojo en comparación con el resto de las criaturas. No hay pecado que pueda erradicar este valor innato. El tasawwuf ordena todo esto de una forma equilibrada. El transgresor es tolerado, pero nunca esa tolerancia alcanza al pecado en sí. Debemos odiar el pecado y tener misericordia del pecador para salvarle del abismo en el que ha caído. Al actuar de esta forma, el tasawwuf provee a la humanidad con el método más fructífero de invitar al ser humano al Islam. Está en la naturaleza del hombre agradecer y sentirse atraído por aquellos que le tienden los brazos con amor y misericordia, esos grandes hombres, esos creyentes nobles y sinceros que tienen cercanía con Allah.
Altinoluk: Usted acaba de explicarnos como el tasawwuf conduce al ser humano a la perfección y a purificarnos de todas las impurezas que pueda haber en nuestros corazones. A este respecto, que lugar debería ocupar el tasawwuf en la vida del Musulmán? ¿Es posible llevar una vida piadosa sin tasawwuf?
Me ha hecho una pregunta muy importante. Me gustaría contestarle con la siguiente historia que me contó mi padre Musa Efendi:
“Teníamos un vecino que se había convertido al Islam (del cristianismo). Un día le pregunté la razón por la cual había dado ese paso. Me contestó:
‘Me he hecho Musulmán por el excelente comportamiento que mi vecino Rab? Molla mostró siempre en las transacciones comerciales. Tenía vacas y vivía de vender la leche. Un día vino a mi casa y me trajo un gran cántaro lleno de leche y me dijo: ‘Esta es tu leche.’ Le contesté: ‘Usted no nos debe ninguna leche,’ pensando que había cometido un error. Pero esta noble y dulce persona me explicó por qué me había traído esa leche diciendo: ‘Desgraciadamente vi a mis vacas pastando en su jardín mientras estaba distraído. Por lo tanto, esta leche es suya y seguiré trayéndole leche hasta que no quede una brizna de su hierba en sus estómagos.’ Le dije: ‘Pero, hombre, eso no tiene ninguna importancia; no era más que hierba, algo que no vale nada. No tiene que darme toda esa leche.’ Pero él insistió que esa leche me pertenecía. Siguió trayéndome leche hasta que estuvo seguro que no quedaba nada de mi hierba en los estómagos de sus vacas.Aquella noble actitud de mi vecino Molla, me conmovió profundamente y se cayó de delante de mis ojos el velo de la despreocupación (ghafla). La luz de la guía brilló en mi corazón y acepté Islam diciendo para mis adentros: ‘La religión de personas tan rectas como mi vecino tiene que ser la verdadera. Nadie puede dudar de una religión que es seguida por personas como ésta. Entonces pronuncié las palabras de la shahadah (anunciar la fe).”
Como este incidente hay incontables en la vida de los creyentes; incidentes que son la mejor y más efectiva manera de expandir el Islam. El tasawwuf trabaja en ambos sentidos: en primer lugar perfeccionando la moralidad de los creyentes, y en segundo lugar expandiendo el Islam con su conducta. Muestra la cara misericordiosa del Islam a los no Musulmanes. Islam es ley y buena consciencia, fatwa y taqwa. Los aspectos legales del Islam, fatwa, son los pilares del edificio, mientras que el carácter sufi, taqw´, es la parte complementaria del edificio que lo embellece y refuerza. El tasawwuf ayuda a los Musulmanes a unir estos dos aspectos del Islam y a perfeccionar su moralidad. El tasawwuf también permite al ser humano comprender el Qur’an y el universo, ayudándole a situarse en el lugar apropiado dentro de la existencia. El tasawwuf, con sus principios de amor por Allah y del conocimiento de Allah, es como el Mi’ray –ascensión hacia Allah. En resumen, el camino sufi es necesario a la hora de entrenar al corazón. Todo Musulmán lo necesita. En cuanto a la pregunta: “¿podemos ser Musulmanes sin tasawwuf?” es como preguntar si podemos ser Musulmanes sin la ley, el hadiz, los comentarios al Qur’an, y el resto de las ciencias islámicas. En lo que respecta al tasawwuf, verlo como algo innecesario sería como ver innecesarios la sinceridad, el conocimiento de Allah, la purificación del corazón y el servicio a los demás en el camino de Allah. El tasawwuf es un término que se refiere al método para alcanzar todas esas características. Incluso aquellos que practican esos principios sin mencionar el nombre general que los engloba, o que rechaza esa nomenclatura de tasawwuf, pueden ser considerados como practicantes del tasawwuf. El nombre no es importante, sino la práctica de sus principios. Podemos referirnos a la realidad del tasawwuf como a “la consciencia de Allah” (taqwa), “el ascetismo” (zuhd), o “la realización” (ihsan), pues todos ellos indican el mismo estado de consciencia. Todos estos nombres hacen referencia a la práctica del maestro más perfecto de la humanidad, el Profeta Muhammad (que Allah le bendiga y le de la paz) y de los Compañeros que él entrenó. También el corazón necesita estar entrenado para alcanzar paz y tranquilidad. Incluso el Profeta (que Allah le bendiga y le de la paz) que fue favorecido con la revelación divina, tuvo un entrenamiento especial antes de que se le concediese la profecía. Solía ir a la cueva Hira y pasar allí el tiempo en adoración y contemplación. Esa especial dedicación del tiempo a la adoración se llama en árabe i’tikaf. El Profeta (que Allah le bendiga y le de la paz) pasaba los diez últimos días del mes de Ramadhán en la mezquita dedicando todo su tiempo a la adoración y a repasar el Qur’an. De la misma manera, el Profeta Musa pasó cuarenta días adorando y padeciendo penalidades físicas antes de que se le concediera poder hablar con Allah en el monte Sinín. El Profeta Yusuf pasó doce años en prisión antes de convertirse en el señor de Misr. Tuvo que padecer todo tipo de penalidades y perfeccionar su personalidad con la adoración de Allah. De esta forma, su corazón se purificó de confiar en las cosas transitorias, dedicándose a Allah exclusivamente. Antes del Mi’ray (ascensión), el Profeta Muhammad (que Allah le bendiga y le de la paz) comprendió el significado de la surah Inshirah (expansión). Su corazón espiritual se abrió y quedó limpio. Allah Todopoderoso lo llenó de conocimiento y luz divina. De esta forma se preparó para contemplar las extraordinarias visiones en su viaje a Allah. Se purificó del mundo material, y se preparó para el mundo espiritual. Si incluso los profetas de Allah tuvieron que pasar por un entrenamiento espiritual y una purificación de sus corazones, ¿qué no necesitaremos la gente ordinaria para avanzar en este camino de perfección? Incluso un pelo que queda atrapado en los deseos mundanos, no podrá recibir la luz divina del mundo espiritual. Una nariz llena de suciedad, no puede oler el aroma de las rosas. Cuando el cristal de la ventana esta lleno de polvo y suciedad, no podemos ver claramente a través de él. Una pequeña mota de suciedad puede enturbiar el agua de un cántaro. De la misma manera, la suciedad espiritual bloquea el corazón y le impide recibir la iluminación divina y la gracia espiritual.
Para enfatizar la importancia de purificar el corazón de todo tipo de enfermedades mundanas, Allah Todopoderoso dice en el Qur’an: “El día en que ni la riqueza ni los hijos servirán de nada. Sólo quien venga a Allah con un corazón limpio.” (Shu’ar?, 26:88-89)
Podemos tener un corazón fuerte y libre de todo tipo de elementos negativos sólo a través del entrenamiento espiritual. Antes de ese entrenamiento, el corazón es como un trozo de hierro en bruto. Primero tiene que ser calentado con fuego y limpiado de toda ganga. Después debe ser martilleado y modelado hasta que adquiera la forma deseada. Una vez que el corazón ha sido perfeccionado con el entrenamiento espiritual, puede ver y entender lo que el ojo físico no puede ver ni la razón puede entender. [Como ya ha sido mencionado antes] Rumi describe su estado antes de la realización espiritual como inmaduro, a pesar de ocupar un alto puesto en la madrasa Selyuk. Sin embargo, cuando los secretos del libro del universo se abrieron a él a través del entrenamiento espiritual, describe su nuevo estado diciendo: “Me cociné.”Los Compañeros del Profeta Muhammad (que Allah esté satisfecho de todos ellos) son el más elevado ejemplo de la perfección espiritual. Antes de la llegada del Islam, algunos de ellos tenían un corazón tan frío que solían enterrar a sus hijas vivas. Sin embargo, después de haber aceptado Islam se convirtieron en monumentos de misericordia y compasión.En resumen, podemos practicar Islam sin tasawwuf, pero en ese caso, nunca nos perfeccionaremos. Cuando excluimos los métodos sufis de la práctica del Islam, nadie puede alcanzar el nivel de la práctica islámica conocida como ihs?n (es decir, practicar Islam como si viéramos a Allah).
Altinoluk: ¿Qué otra cosa aconsejaría a los lectores de Altinoluk quienes son sus amigos espirituales en el camino sufi? Estamos seguros de que estarán ansiosos por recibir la versión inglesa de su libro “De la fe (Iman) a la internalización de la fe (Ihsan),” en el que usted nos ha ofrecido una detallada explicación de lo que es el tasawwuf.
Por abundar en lo que ya he dicho, me gustaría añadir algunos consejos sobre lo que los sheij sufis han hecho un gran hincapié. El tasawwuf es el método para entrenar espiritualmente el corazón, extraído de la vida y las enseñanzas del Profeta Muhammad (que Allah le bendiga y le de la paz). Consiste en volver el rostro hacia a Allah y Su Mensajero con gran respeto y veneración. Esos creyentes nobles y sinceros que han colocado a Allah y a Su Mensajero en el centro de sus corazones como únicos posibles objetos de su amor, se han convertido en los amigos de toda la humanidad. Disfrutar de la amistad de estos creyentes Musulmanes y tomar parte en sus suhbbas purifica de todo aspecto negativo. Los que han alcanzado un alto nivel de energía espiritual, la esparcen por doquier y de ella se benefician todas las criaturas. Dado que han purificado sus corazones de los vicios del nafs, pueden transmitir ese mismo estado a los que están a su alrededor. Estar en su compañía beneficia a la comunidad en todos los aspectos de la vida humana.A través del amor, el tasawwuf estabiliza el vínculo entre el discípulo (murid) y el maestro (sheij). Una vez que el murid ama y respeta al sheij, las acciones del sheij son imitadas desde todas las perspectivas y la moralidad del murid se perfecciona. Por ello, como Musulmanes deberíamos utilizar el método del amor más que otros métodos. La base de la moralidad islámica es adorar a Allah con sinceridad y amor. La prueba de este amor y de esta sinceridad es servir a Allah y a Su creación. Con amor, tareas difíciles son realizadas con facilidad y contento. Servir a los demás con sinceridad indica la perfección espiritual de cada uno. Los corazones de tales personas son el emplazamiento de las manifestaciones (tayalliyat) de Allah.Cuanto más nos acercamos a Allah, más receptivo se vuelve el corazón a las realidades espirituales. Por otra parte, cuanto más apegados estamos a los deseos mundanos, más nos alejamos de las características propias de la naturaleza humana.Allah tiene los nombres Yamil (más Bellos) y Yalil (de mayor Majestad).
Sin embargo, Sus nombres Rahman (el Misericordioso) y Rahem (el Compasivo) se mencionan en el Qur’an más que los otros nombres de Allah. Por ello, a la hora de imitar a su Señor, el Musulmán debería hacer de la misericordia y de la compasión su segunda naturaleza. La causa de la injusticia en el mundo radica en la falta de misericordia y compasión. Aquellos que no pueden amar, se vuelven fácilmente déspotas y tiranos. Usan el miedo y el odio para controlar a los otros; viven ignorantes del hecho de que no hay un solo corazón que no pueda ser capturado con amor. Es imposible para el sol dejar de dar luz y calor; de la misma forma, es imposible para los creyentes sinceros no amar y tener misericordia de las otras criaturas.Hallay, que ocupa un lugar especial en los corazones de los amantes divinos, pidió por aquellos que le apedrearon hasta la muerte diciendo: “¡Oh Señor! Te suplico que perdones a los que me están apedreando antes que a mí!”Si quisiéramos conocer nuestro estado espiritual, deberíamos analizar constantemente nuestras acciones y nuestros sentimientos. Concretamente, las infundadas exigencias de nuestro naf deberían quedar bajo control. De lo contrario podríamos caer en el estado de Iblis, que perdió el favor divino debido a su soberbia. Era el maestro de los ángeles en el Paraíso, pero no pudo controlar sus emociones y sus deseos. Se sintió superior al ser humano y fue maldecido por su arrogancia.Rumi compara los vicios humanos a los espinos de un rosal. Nos aconseja transformar nuestra naturaleza de forma que se parezca a la rosa, no a los espinos. En el jardín del mundo, los espinos nos hieren, pero no deberíamos dejar que nuestro orazón se vuelva como ellos. Por el contrario, deberíamo esforzarnos por convertir la tierra estéril en un hermoso y fragante rosal.