En verdad os digo que vuestros sirvientes y esclavos son vuestros hermanos —y hermanas—. Los que poseen esclavos deben darles de lo que comen y visten. No han de cargarles con más trabajo del que son capaces de hacer. Si tenéis que asignarles duros trabajos, en cualquier caso os aconsejo que les ayudéis. (Bujari, Adab, 44; Muslim, Ayman, 40)